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Alcoutim

Alcoutim es un pueblo pequeño y maravilloso con todo el encanto de Portugal, a escasos treinta minutos de la frontera sur de España, con la provincia de Huelva.

Esta localidad se convirtió en todo un descubrimiento ¡y es que llegar a Alcoutim fue pura casualidad! Nuestra única premisa era escapar de las sobreexplotadas localidades de costa del Algarve portugués y casualidades de la vida, acertamos completamente.

Alcoutim tiene todo lo que puedes necesitar para pasar unos días de paz y tranquilidad maravillosos. Un pequeño pueblo portugués imperturbable al paso del tiempo; precioso para pasear, callejear y disfrutar de unas vistas espectaculares sobre el río Guadiana, lugar donde se pueden realizar deportes náuticos o simplemente cruzarlo en barcaza y visitar otra localidad, pero esta vez española (Sanlúcar de Guadiana).

También tenemos la «Praia Fluvial do Pego Fundo», una playa fluvial con todos los servicios que se puedan necesitar. Y dentro de la localidad se puede encontrar multitud de restaurantes para comer de lujo y a un precio espectacular o una cafetería con vistas al Guadiana, para pasar una sencilla tarde de cervezas o lectura.

En fin, un lugar auténtico en el Algarve, próximo a España, pero completamente portugués.

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¿Cómo nace el Festival del Contrabando?

El Festival del contrabando, más que un festival, es el homenaje a una actividad que a lo largo de la historia ha sido importante para la gente de la frontera y para la gente de la sierra del caldero y del andévalo andaluz. Se celebró por segundo año consecutivo en las calles de las ciudades fronterizas de Alcoutim (Portugal) y Sanlúcar de Guadiana (Huelva)

El contrabando fue el «arte» de comerciar a escondidas de la ley respondiendo a las necesidades y dificultades de la gente.

Unos granos de café, unas patatas o unos chorizos eran transportados a escondidas por los audaces contrabandistas que transportaban mercancías ilícitamente entre la frontera de Portugal y España, cuando ambos países eran dictaduras fascistas.
Los alimentos básicos como los huevos, la harina y las almendras, eran transportados por la noche, de un lado a otro de la frontera. Pero esta actividad consiguió que además de los bienes materiales se compartieran sentimientos y conocimientos.

Este pasaje fronterizo, en el río Guadiana, hoy en día es nexo de unión entre España y Portugal, los márgenes del río guardan recuerdos en la arquitectura, las tradiciones, la cultura y la gente local.
Este hecho ha sido visto por la población local como una oportunidad, siempre existió una relación casi familiar, marcada por intercambios comerciales y vínculos afectivos que han ayudado a crear este Festival del contrabando que hoy en día supone una fiesta compartida.

A partir de aquí disfruta de la fiesta en las dos orillas.
Desfiles etnográficos en ambas orillas, los gritos de los feriantes, el ofrecimiento a escondidas de los productos, el regateo, los oficios antiguos, los aromas de los productos del contrabando y de la gastronomía tradicional, los animales.
La nostalgia de tiempos antiguos de las dos aldeas y la implicación de los paisanos crearon una fiesta muy pintoresca que nos encantó.
Se puede encontrar casi todo en esta feria, desde ropa, herramientas, quesos, embutidos, verduras, pan y dulces regionales, etc

El Festival del contrabando se celebró este año 23, 24 y 25 de marzo pudimos disfrutar la programación del sábado que fue cuando fuimos, pero seguro que volveremos el año próximo.

Esta fiesta tiene muchos ingredientes para no perdérselo, entorno natural único, dos países, dos localidades y multitud de espectáculos y una atracción única que solo puede vivirse en estos días: cruzar a través de un puente peatonal flotante sobre el río Guadiana, la frontera natural entre Portugal y España.
Si tienes oportunidad no te lo pierdas, es el ejemplo de como la unión de los pueblos y el sentido del humor puede dar un vuelco a episodios muy tristes de la historia.